Imaginemos una madre y un padre primerizos, ambos están preparando la llegada de su hijo lo mejor que pueden. Acomodando su hogar para que sea apto para nuevo integrante de la familia, adquiriendo todo lo que pueden recordar como necesario para el cuidado diario del bebé. Leen constantemente, ven videos y aprenden todo lo que puedan conseguir para estar preparados para la gran llegada. Entre la felicidad, la emoción y algo de nerviosismo, tenemos el apoyo de amistades, familiares y médicos que apoyan a la pareja, buscan brindar información necesaria para asegurarlos y permitirles el gusto de vivir esta experiencia.
Si bien, la alegría es mucha, y los consejos abundantes, pero entre tanta información pueden colarse datos, ideas y sugerencias que no estén enteramente fundamentados, ideas sobre situaciones que pueden hacer más daños que favores.
No podemos negar que hay nuevos avances en el campo de la medicina y la pediatría que han dado nuevas luces sobre consejos que eran habituales sobre el cuidado de los bebés, por ejemplo, el debate sobre cómo bañarlo durante sus primeros días de vida, o el hecho de que solo pudiese usarse la leche materna como fuente de alimento para un bebé, entre otros.
Es por eso, que para finalizar vamos a hablar de mitos que se relacionan con otras experiencias de la crianza y del cuidado diario del bebé. Tales como comentarios sobre la salida de los dientes, qué tan pronto debe ir a la guardería, etc.
Así como existen una gran cantidad de mitos alrededor de su alimentación y su descanso, así mismo existen varios mitos en cada uno de los aspectos de su vida, por eso nosotros queremos entrar a exponer algunos de los mitos más populares sobre los cuidado diario del bebé.
El cuidado diario del bebé
El baño, los pañales, la leche materna, la formula y las horas de descanso, estos son los aspectos que siempre tenemos presente a la hora de imaginar los cuidados de los bebés. Y dentro de cada uno de sus aspectos se nos abre un mundo de preguntas y posibilidades con respecto a qué necesita nuestra hija o hijo, o qué es lo que debería ser, es o no correcto.
Es inevitable tener miedos y sentirse angustiados a la hora de empezar a cuidar a un bebé y recién nacido. Requiere mucha atención, mucha energía y constante aprendizaje.
Sin embargo, estos aspectos no son los únicos en su vida. Nuestro bebé pasará por diferentes etapas y cambios en las mismas, que darán pautas para cuidados específicos. Será rápido, será único para cada uno de nuestros hijos o hijas.
Aun así, hay mitos específicos sobre el desarrollo de nuestros bebés y los cuidados que debemos proveer, vamos a notar que, sobre su llanto, atención encontraremos ideas que se contradicen o que no están del todo fundamentadas, así que entremos a ver qué mitos existen sobre el cuidado diario de nuestro del bebé.
Dicen que no es bueno sostenerlos en brazos mucho tiempo
¡Ya que se acostumbran y luego en el momento de soltarlos será difícil que estén tranquilos!
El bebé se ha formado tras vivir varios meses en el vientre de la madre, lo cual explica su necesidad de sentir contacto físico, escuchar ciertos ruidos como el latido de la madre o ruido blanco, también estar en sitios a una buena temperatura. Es inevitable que durante sus primeros meses necesite una mayor cantidad de contacto físico.
Mientras pasa el tiempo y vaya creciendo se podrá notar que toma más independencia mientras se va acostumbrando a lo que es la vida en el mundo fuera del útero. Cargarlos más o menos seguido no afectará este proceso de adaptación.
Cortarle el cabello sirve para que el cabello crezca más fuerte y grueso
Es común escuchar que si a nuestro hijo o hija le crece el cabello demasiado delgado la mejor ayuda es cortarle el cabello, para que este vuelva a crecer más fuerte. Sin embargo, no existe ningún tipo de evidencia científica que fundamente esto.
Resulta que, dentro del proceso de crecimiento de nuestro bebé, su cabello también tiene un proceso. Es habitual que durante los primeros meses del bebé su cabello se vaya cayendo, dando paso a su cabello. Es mejor ser paciente y darle tiempo a que crezca su cabello antes de empezar a cortarlo.
La salida de los dientes puede causar fiebre
Esta es una de los mitos más escuchados por padres y madres acerca del crecimiento del bebé. Empero, es de suma importancia notar que la fiebre, considerada cuando la temperatura del niño o niña es de 38° centígrados o más, siempre es causa en presencia de una infección.
La salida de los dientes en nuestro hijo o hija puede, naturalmente, causar molestias e irritabilidad, pero no fiebre. Ante cualquier señal de fiebre, es una clara indicación de una posible infección y en este caso, siempre será mejor recurrir a una visita médica.
Las bebés necesitan pasar tiempo en la guardería
Es común que se por situaciones familiares, el regreso al trabajo de padre y madre, durante los primeros años del bebé se sugiera que vaya a una guardería. Y sin lugar a dudas, si es necesario, puede ser una excelente opción.
Sin embargo, en realidad se recomienda que nuestros hijos no empiecen ir a la guardería antes de los dos años, debido a que el niño o niña en un principio necesita atención y cuidados específicos, de igual manera, que empezar a conocer el mundo de compañía de su familia es la mejor opción.
No deben envolver a los bebés en una manta para calmarlos en diferentes momentos
Hay estudios que han demostrado que envolver a los bebés en su manta ayuda a que el bebé se tranquilice de manera más rápida. Esto ocurre ya que suelen sentirse más seguros en el ambiente cálido de la manta. También, ayuda a evitar que se den la vuelta y queden boca abajo.
Estos son algunos de los mitos que más se divulgan sobre los cuidados de los bebés. Ahora podemos notar que es importante comprender que el bebé viene de vivir los últimos meses de gestación en un ambiente cálido, acompañado por los ruidos internos del cuerpo materno. Salir de dicho ambiente al mundo exterior precisa un tiempo y acompañamiento de adaptación.
Gestionar esto en las etapas del crecimiento nos permitirá acompañarlos de manera consciente y protegerlos, hacer más fácil su exploración en el mundo que los rodea.
En conclusión
No podemos evitar recibir todos los consejos bienintencionados de nuestras familias; sin embargo, está en nuestras manos aprender con los recursos de hoy qué es en realidad primordial en el cuidado de nuestros hijos e hijas.
Hablar de los mitos, y conocer poco a poco a nuestro hijo o hija nos permitirá construir un ambiente de cuidado adecuado según nuestras circunstancias y sus preferencias.