En algún momento podríamos llegar a necesitar los pañales para adultos, bien sea para uso propio o para alguno de nuestros familiares o personas cercanas. Es por esto que podríamos anotar algunos consejos para tener en cuenta a la hora que los necesitemos. Para empezar, debemos aprender sobre los pañales y los apósitos que pueden ser un recurso fundamental a la hora de envejecer. Sin temer, podemos leer y aprender un poco sobre estos temas, para estar familiarizados con algunos de los detalles más importantes.
Si bien existen varios tipos de pañales, según su diseño y capacidad de absorción, de igual manera ocurre con los apósitos, también podemos considerar las diversas situaciones que ameritan el uso del apósito y más adelante del pañal. Incluso de ambos productos.
Luego de tener esta introducción sobre los talles de pañales, sus tipos y capacidad, podríamos entrar a ver consejos prácticos, sobre cómo usarlos, cuándo es el momento para empezar a usarlos. Pero, sobre todo, debemos considerar también el trato a las personas mayores.
Ya que, de un buen trato, una buena comunicación… la transición para iniciar el uso de pañales o apósitos podría ser un momento manejable, nos permitirá evitar tensiones o choques con la persona que necesita empezar a usar el pañal.
El buen trato y la comprensión van primero
A la hora de pensar en nuestra salud y bienestar, de la cual todo ser humano necesita, así como tener acceso a un trato digno. A un cuidado con paciencia, aprecio, tolerancia y respeto. Esto implica, atención para cada persona y compasión.
El progreso de la vida humana a través de los años está marcado por cambios que son comunes a todos. Es por eso, que entrar en el detalle de los diferentes cambios que podemos vivir una vez entrados en la tercera edad es algo importante y que debería ser natural.
Así que para salir de los tabús alrededor del uso de los pañales para adultos, y el miedo sobre situaciones tales como la incontinencia y la pérdida del control de esfínteres es importante tener en cuenta el cómo nos comunicamos con los demás.
Debido a que vivimos en una sociedad que no tiene en sus prioridades la vejez, es importante reconocer el cargo de vergüenza que existe alrededor de temas como la vejez y los cambios que empieza a vivir el cuerpo por diversas razones. Tanto naturales, como por situaciones adversas de salud, e incluso accidentes.
En primer lugar debemos considerar el buen trato
Pasar la mayor parte de la vida siendo independiente y con las capacidades necesarias para cuidarse a sí mismo, tener dificultades para sostener esas facultades suele ser un momento de mucha confusión, miedo e incluso rabia para las personas mayores.
Así que, como posibles acompañantes y como personas que vivirán lo mismo, está en nuestras manos ayudar con paciencia y cariño, con toda la intención de acompañar a nuestro adulto mayor en estos cambios que está viviendo.
Comunicarnos abiertamente, preguntar conscientemente para tener consentimiento, explicar las veces que sean necesarios, y compartir información, son maneras de acercarnos a nuestros adultos. Y en compañía de esto, debemos sumar algo vital: la empatía.
Tratarnos con empatía se refiere a darnos un lugar para comprender, imaginar y aceptar las emociones del otro, su perspectiva y sentimientos sobre las experiencias que está atravesando. Si logramos comunicarnos desde la empatía, lograremos poner primero lo que vive nuestro adulto mayor, y no presionarlos con lo que debe hacer, lo que dicen los médicos o incluso, lo que queremos nosotros para ellos.
Por medio de una explicación serena, con detalle y paciencia, podríamos lograr que nuestro adulto tenga más curiosidad y pueda considerar el uso del pañal y sus beneficios. Antes de que lo considere una debilidad o vergüenza.
Lograr eso, sería un paso enorme para que empiece a usarlos, y lo haga consciente y por su voluntad. Y así, lograr que no sienta que está perdiendo su independencia y autonomía.
Hablar de los temores sobre el uso diario de los pañales
Una vez que nuestro adulto mayor accede a usar los pañales, es importante que disipemos temores y dudas que pueda tener. Ya como hemos aprendido nosotros, es sencillo comprender que saber y aprender sobre un tema puede ayudar a sentirnos más cómodos con el mismo asunto.
Así tras compartir la información introductoria sobre los tipos de pañales, y los que serían adecuados para la necesidad específica de nuestro adulto mayor, vamos a considerar en qué afecta su rutina.
Pues bien, seguramente la incontinencia ya sea urinaria o intestinal puede iniciar como algo por ciertos momentos del día, para luego pasar a afectar por entero la rutina diaria.
El uso del pañal puede iniciar como algo nocturno, si la incontinencia empieza a aparecer en las horas de la noche. No hay problema en usar un pañal por ocho horas, para no interrumpir el sueño. Pero, tan pronto despierte, es importante asear debidamente para prevenir irritaciones o infecciones.
Ahora, ¿qué pasa si tenemos que usar más allá de las horas de la noche? Se recomienda un uso de tres o cuatro pañales al día. Ya que debe cambiarse cuando sea debido para mantener el aseo de nuestro adulto y para que se sienta cómodo.
Evitar así cualquier irritación e infección también nos permite hablar de la comodidad que trae el uso del pañal. Si bien, podemos intentar que nuestro adulto tenga mejores accesos a los baños, es importante remarcar las ventajas que tiene el uso del pañal en casos donde existe alguna dificultad para acceder al baño libremente.
Una vez establecida la rutina, incluyendo los momentos de cambio de pañal, los lugares para que sea cómodo y sencillo, podremos asegurarnos que nuestro adulto estará más dispuesto y cómodo con el uso del pañal.
¿Y la discreción?
Es cierto que en un principio puede ser difícil acomodarse al uso del pañal, puede causar una gran vergüenza. En estos casos, podemos recurrir al uso de ciertos tipos de pañales que se acomoden para tener una mayor discreción y que nuestro adulto pueda irse acostumbrando a su tiempo.
Estos pañales incluyen aquellos que son más delgados, lo cual permite que no se noten con el uso de la ropa diaria. También, el uso de pañales que están diseñados como la ropa interior. Esto facilita el uso ya que tienen la misma forma de la ropa interior, se quita y se coloca igual.
Evitando así tener que pasar por procesos ligeramente más largos y complejos a la hora de cambiarse. Siendo una gran ayuda para adultos mayores que siguen siendo bastante activos en su vida diaria, pero que necesitan un apoyo y ayuda para manejar su incontinencia.
En conclusión
Partir de una buena información, completa y detallada puede darnos las herramientas necesarias para conversar y compartir con nuestros adultos mayores, ayudando a que se reduzca el temor y la vergüenza alrededor de este tema tan fundamental y común.
Sin embargo, toda la información necesita partir desde un lugar de empatía y paciencia. Poder ayudar y acompañar nos exige ser pacientes y buenos escuchando, para atender las dudas y temores que sientan nuestros adultos mayores.
Y de paso, aprender nosotros a no temer y sentir vergüenza de lo que podrá llegar a ser nuestra vejez.