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A la hora de hablar sobre los cuidados y la salud de nuestros familiares nos encontramos frente una lluvia de consejos bienintencionados, cuidados, remedios y comentarios acerca de qué hacer para curar y protegernos de cualquier tipo de amenaza o riesgo, en especial sobre la alimentación del bebé. Esto incluye el cuidado y la crianza de nuestros bebés y recién nacidos. Entramos a un mundo nuevo, en caso de los padres o madres primerizos, en el cual debemos conocer a nuestro bebé y elegir debidamente qué es lo que este necesita para que se sienta bien y cómodo en sus primeros años de vida.
Sin embargo, como podemos confirmar entre cuidados y recomendaciones tenemos infinidad de notas para seguir, las cuales pueden incluso contradecirse entre sí, lo cual puede resultar realmente confuso para toda madre y todo padre.
Que, si es conveniente usar leche materna y leche de fórmula o biberón, y que, si la leche materna no lo está alimentando, el bebé puede llorar más de lo normal; que si el momento en que salen los dientes puede producirle fiebre a nuestro bebé; estos y muchos más son algunos de los comentarios que podemos escuchar sobre el cuidado del bebé.
No todo lo que se dice o lee es verdad
Es por eso que es conveniente revisar en detalle los mitos que más circundan acerca del cuidado del bebé, para evitar complicaciones con el proceso de crecimiento de nuestro hijo o de nuestra hija.
Tengamos presente que hay avances innegables en el campo de la pediatría que nos han permitido esclarecer varios de los cuidados de nuestros hijos e hijas, lo cual ha permitido una mejora en el tipo de productos que usamos para su cuidado. Esto incluye cremas para cuidado de su piel y problemas que se cuestionan alrededor de la lactancia.
Ahora bien, cada madre y padre de familia tiene toda libertad de elegir cómo criar y cuidar de sus hijos, tener presentes los consejos de nuestras familias puede resolver muchas dudas e incertidumbre durante los primeros meses de nuestra hija e hijo.
No obstante, conocer acerca de los mitos más comunes alrededor de la crianza y el cuidado podrá darnos mejores luces sobre el camino nuevo que hemos emprendido como madres y padres.
Así que entremos a conocer un poco más alrededor de los mitos más populares acerca de la crianza y el cuidado de nuestros bebés, quizás así podemos elegir la manera más prudente y beneficiosa para acompañar y guiar su crecimiento.
Los mitos más populares: alimentación, sueño y compañía
Alrededor del cuidado de bebés recién nacidos y bebés en sus primeros tres años de vida hay muchos cuestionamientos sobre su limpieza, frecuencia para alimentarse, cuidados especiales para el momento en que salen los dientes o en que deben dejar el pañal, entre otros más.
Sin embargo, también existen muchos mitos acerca el acompañamiento del bebé, sobre los motivos de su llanto, sobre si abrazarlos o no en ciertos momentos de crisis, los efectos que puedan causar ansiedad de separación y otros detalles importantes en lo que será la crianza de nuestros hijos e hijas.
Acerca su alimentación
La calidad de la leche materna es sumamente importante, pero ¿es cierto que si tu bebé llora demasiado es porque la leche materna no lo está alimentando?
Este es uno de los mitos más comunes alrededor de la leche materna, suele afectar mucho a las madres sobre todo si es una madre primeriza. En realidad, toda leche materna es producida por el cuerpo de la madre es nutritiva. Esa es su función.
Los llantos frecuentes del bebé pueden relacionarse con otros motivos, al igual que no suba de peso como se tiene pensado durante el primer año de crecimiento. Es importante siempre acercarse al bebé analizando todos los aspectos que lo rodean, y en caso de ser necesario recurrir a un pediatra.
Sin embargo, el motivo de sus llantos o de que no suba de peso como estimado no tiene que ver con la calidad de la leche materna. Lo que nos lleva a otro mito también importante que se relaciona con la salud de la madre.
¿Afecta la ingesta de medicamentos la calidad de la leche materna?
Es falso que no puedas tomar ningún tipo de medicamento mientras estás amamantando a tu hijo o hija. Muchas madres pueden enfermarse durante el periodo de lactancia, o pueden padecer de alguna enfermedad crónica que requiere medicamento. Este no debe suspenderse.
Antes bien, varios de los medicamentos están creados para ser compatibles con los procesos de lactancia. De hecho, existe un sitio creado por farmaceutas y pediatras en el cual se puede averiguar acerca de la compatibilidad de los medicamentos con la lactancia, se llama e-lactancia.org.
¿Es malo seguir amamantando luego del primer año del bebé?
Es común que se hagan malos comentarios si una madre opta por seguir amamantando luego del primer año del bebé. Y lo que se discute entre nutricionistas y expertos es que la leche luego del primer año de lactancia contiene aún más grasas y nutrientes que pueden aportarle al bebé.
Si bien el proceso de lactancia es un acompañamiento para el bebé, es una elección de la madre. Ya que el bebé puede verse nutrido por su leche materna, pero también se puede recurrir a leche de fórmula que contiene nutrientes para el bebé.
Cada madre puede elegir en qué momento suspender o continuar el proceso de lactancia, claramente se puede asesorar por pediatras porque la decisión en gran escala debe estar tomada con respecto a lo que pueda necesitar el bebé.
Se puede recurrir a algunas infusiones para reducir la cantidad de gases del bebé
Esto es un mito que debemos evitar a toda cosa, una infusión de plantas puede ser demasiado para un bebé. Un bebé menor de seis meses solo debe beber leche materna o leche de fórmula de ser necesaria. Pero, no debe beber nada más. Porque si bien tras el nacimiento el bebé está listo para adaptarse al mundo exterior, aún está en proceso de adaptación.
Incluso, una vez que se inicia la alimentación complementaria del bebé, no se recomienda incluir infusiones porque el bebé no está preparado para excesos de azúcares u otras propiedades que pueden traer las infusiones.
Se deben evitar los alimentos alergénicos durante el primer año
Existen estudios que aseguran que incluir alimentos como los huevos, lácteos o nueces pueden ser perjudiciales cuando el bebé empieza una dieta con alimentos complementarios. Si bien no se debe exceder en brindar dichos alimentos, exponerlos a estos pueden reducir el riesgo de alergias severas más adelante.
Siempre que hay dolor de estómago, hay cólicos
Si bien, la palabra cólico viene de la expresión griega que significa dolor de estómago; no siempre un cólico está relacionado con algún problema estomacal o digestivo del bebé.
Cuando un bebé tiene cólicos llora de manera inconsolable por dos o tres horas y es difícil acompañarlos adecuadamente algunas veces en las que esto ocurre; pero se ha descubierto que los bebés logran apaciguar y el cólico disminuye con cambios de ambiente.
Pues, el bebé dentro del vientre está acostumbrado a un ambiente calmado, acompañado de sonidos rítmicos que lo relajan. Se considera que debido a esto un bebé suele calmarse cuando lo mecen, lo cargan y con diferentes clases de ruido blanco, como los secadores.
Dicho movimiento y sonido se asemejan al ambiente que tenía el bebé en el vientre materno. Lo cual es evidencia que los cólicos pueden estar causados por otras razones, más allá que dolores de estómago.
Mezclar cereal de arroz con la leche materna o artificial puede ayudar a dormir mejor
Este mito es algo común, pero es infundamentado. La leche materna ya cuenta con toda propiedad, grasas y nutrientes que nuestro bebé recién nacido requiere. Para los primeros meses del bebé, el arroz y su almidón es algo muy pesado para el bebé.
Puesto que el almidón es algo difícil de digerir rápidamente y como tal, no tiene ningún efecto sobre su calidad de sueño, ni aumenta su sensación de somnolencia.
En resumen
Varios de los mitos que se dan alrededor de la alimentación del bebé cuestionan la calidad de la leche materna o las decisiones que en alguna toma la madre. Cuando en realidad, lo que se debería buscar es acompañar debidamente a la madre para que pueda alimentar a su hijo con toda la tranquilidad que sea posible.
Si bien, la leche de fórmula no tiene las mismas propiedades que la leche materna, sí es una de las mejores opciones para acompañar a la leche materna ya sea porque la madre decide dejar de amamantar o porque por algún problema de salud, la madre ni puede amamantar al bebé tanto como desearía.
Así que aprender a eliminar varios de estos mitos, podrá mejorar los procesos de cuidado y de crianza de los bebés para así asegurarles el mejor crecimiento posible.
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